Las marchas del 21 A - La muestra de que la unión es posible.
Las marchas del 21 de abril, llevadas a cabo en múltiples ciudades de Colombia y el mundo, han sido una de las muestras de unión más simbólicas del último tiempo. No se trata de comparar las manifestaciones de ayer con los números de otras protestas, mucho menos de entrar en el debate sin sentido, motivado por las declaraciones del Presidente, sobre si los que marcharon eran de derecha, de centro o de izquierda. Porque la realidad, se pudo ver ayer en las calles, en donde personas con diferentes creencias políticas, de múltiples estratos y de todas las regiones, salieron a mostrar su inconformismo con el Gobierno. Los Colombianos mostraron un descontento general frente a las decisiones del Presidente, pero lo más importante es que lo hicieron unidos y de forma pacífica. Pero, ¿Por qué es importante reconocer el significado de esta marcha?
Los colombianos salieron a manifestarse en contra de las reformas del Gobierno, de la estatización del sistema de salud, a mostrar su inconformismo con el manejo de la seguridad en el territorio, a defender la democracia y a decirle “NO” a la constituyente propuesta por el Presidente, entre otros motivos.
Si hablamos de números la ciudad destacada fue Medellín, en donde según la Secretaría de Seguridad, salieron a protestar más de 350.000 personas, una movilización histórica para la ciudad en cabeza de Federico Gutiérrez. Mientras que en Bogotá protestaron más de 90.000 personas según lo comunicado por la Secretaría de Gobierno de la capital. El Presidente a través de sus redes dijo lo siguiente, “Las manifestaciones contra el Gobierno tuvieron más o menos 250.000 personas en todo el país, fueron fuertes en su orden en Medellín, Bogotá y Bucaramanga. En las demás ciudades, alcanzando 18 sitios, fueron débiles”.
Entre el domingo y el día de hoy se han empezado a conocer las primeras cifras reales de la cantidad de personas que participaron en las marchas. Contrario a lo que escribió el Presidente, en Bucaramanga hubo una gran manifestación, en Cali salieron más de 35.000 personas a protestar, en Barranquilla 4.000, en Cartagena más de 1.500, en Pasto 5.000, en Ibagué 10.000, en Montería más de 1.000 y estos son solo algunas de las cifras que se conocen de momento, sin mencionar los que salieron a marchar en el exterior como lo hicieron en Estados Unidos y en España. La realidad es que el descontento general se hizo presente en todo el territorio y el Presidente debe reconocer la magnitud de las marchas del domingo.
Múltiples sectores hicieron parte de las manifestaciones contra el Gobierno, uno de los más emblemáticos ha sido el sector salud, quien también salió a mostrar su descontento. A pesar de que la Reforma a la Salud se hundió en el Congreso, los médicos y demás actores reclaman participación en los proyectos que los involucren y rechazan la estatización de las EPS, que ha llevado a un colapso en el sistema. Los médicos salieron con batas blancas y uno de los carteles que portaban decía, “Las reformas quieren acabar con el bienestar de las clases pudientes y de las clases menos favorecidas. Estamos en contra de las modificaciones que quiere hacer Petro. Este presidente quiere acabar con todo lo que se ha construido en los últimos 30 años”.
Las reservas militares y policiales también se manifestaron en contra de la inseguridad y la violencia en las regiones. En donde las guerrillas se han fortalecido y el Gobierno ha perdido presencia. El jefe de la delegación de la Cruz Roja en Colombia, Lorenzo Caraffi, al presentar los datos del Balance Humanitario 2024, afirmó que “El panorama de violencia es preocupante”. El departamento del Putumayo, ha sido uno de los más golpeados, se registró un incremento de 1.000% en el número de desplazamientos en el año 2023, pasando de 169 desplazados en 2022 a 2.009 el año pasado. Siendo este tan solo un ejemplo de la situación de inseguridad que se vive en los territorios.
La propuesta de convocar una Asamblea Constituyente por parte del Presidente, ha sido uno de los temas más controversiales de las últimas semanas. Ayer los colombianos no dudaron en manifestar su inconformidad frente al proyecto del Presidente. Miles de ciudadanos, mostraron su preocupación con respecto a la reelección del mandatario, quien no ha logrado aclarar públicamente los mecanismos que quiere utilizar para convocar la constituyente. Aunque el Presidente ha asegurado que no quiere quedarse en el poder, las dudas persisten e incluso la vicepresidenta Francia Marquez a través de una entrevista con El Espectador, dijo “Yo si veo necesaria la constituyente”. Lo que parece claro es que los mecanismos constitucionales para convocar esta figura, no serían los utilizados por Petro, porque de momento no cumple con los apoyos en el Congreso para hacer viable su propuesta.
Además de estos actores, de la marcha participaron los sectores de camioneros, profesores, jóvenes, campesinos, los estratos altos, medios y bajos. Los políticos de partidos de izquierda, de centro y de derecha, ciudadanos que votaron por Petro y en contra.
Los sectores políticos se pronunciaron sobre las manifestaciones y desde distintos bandos mostraron su descontento con el Gobierno. A través de sus redes, múltiples políticos mostraron su alegría por las marchas y la necesidad de unirse para que Colombia prospere. El senador David Luna, promotor de la marcha, le pidió al Presidente “que respete la diferencia y que entienda que todos queremos que este país progrese”. La Representante por la Camara Catherine Juvinao aseguró, “Que Gustavo Petro perdió las calles” y destacó que gran parte del “poder constituyente” estaba ayer marchando.
La ex alcaldesa de Bogotá Claudia López, consideró la respuesta del Presidente Petro sobre las marchas “Irrespetuosa y arrogante” y afirmó que las manifestaciones de ayer “confirman que la gran mayoría de colombianos estamos frustrados y preocupados”. Mientras que desde Estados Unidos la congresista María Elvira Salazar aseguró lo siguiente; “Siempre dije que si Petro intentaba afectar a las instituciones se vería cara a cara con los colombianos dignos”.
Aunque el Presidente piense que “El principal objetivo de las marchas es gritar “fuera Petro” y derrocar el gobierno del cambio” y que “Este proceso ya inició y es un golpe blando que anule la decisión popular por el cambio en el año 2022”, como lo afirmó en sus redes. La realidad es que los colombianos se unieron, salieron a las calles a demostrar su inconformismo con el Gobierno, con las reformas, con los escándalos de corrupción que han marcado sus dos años de mandato y con la inseguridad que hoy tiene a tantas regiones en vilo.
El presidente debe oír a los colombianos y como más de una vez ha reclamado que se escuche al pueblo, en esta ocasión debe ser él quien reflexione y rectifique el camino. Porque por algo, tantos colombianos de izquierda, de derecha y de centro, salieron ayer a manifestarse, todos con un objetivo en común, que el Presidente entienda que de momento son más los desaciertos que los aciertos de su Gobierno. Que muchos de los que lo apoyaban en las calles y que él denomina el pueblo, hoy no están conformes con su desempeño y salieron a las calles a manifestarse en su contra, como alguna vez lo hicieron a su lado.