Elecciones en Venezuela una mentira de principio a fin.
En octubre de 2023, se concretó el acuerdo de Barbados, en donde el bando dictatorial de Nicolás Maduro, llegó a un acuerdo con la Plataforma Unitaria, oposición venezolana, para llevar a cabo elecciones democráticas y transparentes en Venezuela. Pero, ¿Qué nos hizo pensar que el acuerdo de Barbados sería algo distinto a lo que acabo siendo, una farsa electoral?
Luego de meses, en donde a pesar de múltiples polémicas, parecía que por fin se podrían dar unas elecciones justas y democráticas en Venezuela. El régimen de Maduro, mostró sus verdaderos colores y logró su tan ansiado objetivo, sacar de la contienda a cualquier candidato que pudiera ser un obstáculo para el dictador Venezolano.
Cuando se firmaron los acuerdos en Barbados, el mundo celebró una posible vuelta de la democracia a Venezuela. Elecciones, que llevarían al levantamiento de sanciones por parte de Estados Unidos, la vuelta de muchos de los venezolanos migrantes a su país y el resurgimiento de las garantías humanitarias y políticas al país vecino. Pero, todo pareció ser una farsa, en la cual Nicolás Maduro nunca tuvo dentro de sus planes dejar el poder.
María Corina Machado, parecía ser la nueva salvadora de Venezuela, la ex-diputada consiguió el 92% de los votos en las votaciones primarias de la oposición, en Octubre del año pasado. Mientras que las encuestas, la situaban como la próxima Presidenta de Venezuela con el 70% de los votos, dejando al dictador Nicolás Maduro tan solo con el 9%.
Pero, la esperanza duró poco y en enero la Corte Suprema suspendió por 15 años a la líder de la oposición de ostentar cualquier cargo público. Sustentando su decisión, en un supuesto apoyo de Machado al mandato de Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela y a las sanciones impuestas por Estados Unidos. Los entes rectores no permitieron la inscripción de la candidata para las elecciones presidenciales. La decisión de inhabilitar a Machado, no es una sorpresa, incluso el Presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez Gómez, aseguro públicamente “que querían unas elecciones competitivas y libres para todos” y que no había posibilidad que “esa mujer” fuera candidata. El analista Luis Vicente León a través de The Economist dijo, lo siguiente; “Permitir que Machado se presente (en las elecciones), nunca fue una posibilidad en esta situación, donde el Gobierno fija las reglas”.
Por su parte, el Gobierno Estadounidense, retiró las sanciones impuestas al régimen venezolano por un periodo de seis meses. Específicamente al petróleo venezolano y al sector minero y de oro, a cambio de llevar a cabo unas elecciones democráticas en ese país y la liberación de presos políticos. Estados Unidos cumplió su parte e incluso dejó en libertad a Alex Saab, preso por lavado de activos por más de 350 millones de dólares.
Tras la sanción a Machado, el Presidente Biden restituyó una de las sanciones contra Venezuela, en donde las empresas estadounidenses que llevaran a cabo negocios con empresas mineras propiedad del Estado venezolano, tendrían hasta el 13 de febrero para terminar sus relaciones comerciales. Pero el tiempo fue suficiente, para que el régimen de Nicolás Maduro fortaleciera su posición frente al Gobierno Americano. La vicepresidenta venezolana Delcy Rodríguez, aseguró que en caso de que Estados Unidos restablezca las sanciones, dejarían de repatriar a los inmigrantes venezolanos que actualmente residen en suelo estadounidense.
En los últimos días, María Corina Machado se retiró de la carrera presidencial para apoyar a la profesora Corina Yoris, como candidata sustituta de la Plataforma Unitaria.
Sin embargo, el régimen no para de dar sorpresas y Corina Yoris tampoco pudo realizar la inscripción de su candidatura, tras no poder acceder al sistema de postulaciones del Consejo Nacional Electoral. Por su parte, si se inscribió Manuel Rosales como una de las fichas de la oposición, aunque cuestionado por muchos por tener cierta relación con el dictador Maduro. Rosales asegura que su candidatura se da para no “dejarle la cancha libre” al actual Presidente y que quiere “reconstruir Venezuela, sin odios”, el candidato afirma que el 28 de julio el país debe votar “o no votar para que Venezuela se caiga a pedazos”.
La líder de la oposición no ha tomado una decisión definitiva de a quien apoyar y dijo que “Vamos día a día”, al ser cuestionada por su posible apoyo a Rosales. Sin embargo, la oposición consiguió una prórroga para la inscripción de un candidato provisional, Edmundo González Urrutia, que podrá ser sustituido a partir del próximo 1 de abril y hasta mediados del mismo mes, por alguien que no tenga sanciones y que sea admitido por el régimen de Maduro. La Plataforma Unitaria, declaró que esta inscripción se da “para preservar el ejercicio de los derechos políticos que le corresponden a nuestra organización política hasta que logremos inscribir nuestra candidatura unitaria”.
La realidad es que 13 candidatos han sido inscritos a las elecciones presidenciales llevadas a cabo este año, pero está claro que Maduro logró su acometida y organizó estratégicamente la baraja para mantenerse en el poder. A través de mecanismos inconstitucionales, sacó del camino a su mayor contendora y puso los obstáculo que quiso para que las posibilidades de perder fueran casi inexistentes. Será momento de esperar, la decisión final de la oposición con relación a su candidato y si Estados Unidos reactiva las sanciones económicas tras unas elecciones marcadas, una vez más, por la corrupción del régimen dictatorial de Nicolás Maduro. Pero, todo parece indicar que las elecciones del 28 de julio serán tan fraudulentas como el acuerdo de Barbados.