Elecciones en Francia: De vuelta a la incertidumbre.

El 7 de julio se llevó a cabo la segunda vuelta de las elecciones legislativas en el país galo. A pesar de que en la primera ronda de las elecciones parlamentarias, llevadas a cabo el 30 de junio, la ultraderecha de Marine Le Pen parecía arrasar en las urnas, los resultados finales sorprendieron. La izquierda se quedó con el primer puesto en los comicios, seguidos por el partido del Presidente Macron, mientras que la derecha radical quedó relegada al tercer puesto.

Crédito: France24 - Ministerio del Interior

¿Cómo funciona el Parlamento francés?

El Parlamento en Francia es bicameral, por lo que está compuesto por la cámara baja (Asamblea Nacional) y por la cámara alta (Senado). Cada uno tiene distintas responsabilidades, así como también diferentes formas de elección. 

La Asamblea Nacional, es elegida por sufragio universal directo, esto significa que todos los franceses inscritos como votantes tienen derecho a participar de estas elecciones. Esta cámara está compuesta por 577 diputados y se eligen de acuerdo a los resultados que obtenga cada candidato en cada una de las 577 circunscripciones legislativas que componen el territorio francés. 

Los diputados se mantendrán en el cargo por un periodo de 5 años, a menos de que el Presidente disuelva la Asamblea como lo realizó a principios de junio de este año. 

Por su parte, el Senado es elegido por sufragio universal indirecto, por lo cual no todos los ciudadanos pueden elegir a los 348 senadores que serán parte de esta cámara, durante los próximos 6 años. Los encargados de elegirlos son los diputados, los concejales provinciales y regionales y los delegados de los ayuntamientos.

A pesar de que las dos cámaras tienen el deber de examinar y votar las proposiciones de leyes, las responsabilidades y privilegios varían. Al momento de votar las leyes y ante un posible desacuerdo entre las dos cámaras, la Asamblea siempre tendrá la última palabra. 

De igual forma, solamente la Asamblea tiene la potestad de votar una moción de censura en contra del Gobierno, así como también el Presidente puede disolver la Asamblea. Características con las que no cuenta el Senado, pero que de cierta forma lo favorecen ya que el mandatario francés tampoco tiene la potestad de deshacer esta cámara. 

Ahora bien, el Senado también cuenta con ciertos privilegios y es que si el Presidente muriera o renunciara al poder, sería el Presidente del Senado quien entraría a suplir su cargo. 

A grandes rasgos esto es lo que debe conocer de la función legislativa francesa para entender que se votó el pasado 7 de julio y porqué tiene tanta importancia. 

Créditos: Asamblea Nacional Francesa - Palacio Borbón, Paris

¿Cómo funcionan las votaciones por la Asamblea Nacional Francesa? 

Francia está dividida en 577 circunscripciones legislativas. Durante las elecciones llevadas a cabo el 30 de junio y el 7 de julio se eligieron 577 diputados de la Asamblea Nacional, uno por cada circunscripción. Esto tiene en cuenta no solo a todos los ciudadanos que se encuentran en territorio francés, si no también los que residen en el exterior. 

Para ser elegido en primera vuelta, cada diputado debe obtener la mayoría absoluta en su circunscripción, esto es el 50% de los votos con al menos el 25% de los votantes inscritos. En caso de que ninguno lo lograse, pasan a la segunda ronda los candidatos que hayan logrado al menos el 12,5% de los votos. El candidato más votado en la segunda vuelta será el que ocupara el puesto de diputado de su circunscripción durante los próximos 5 años. 

La agrupación política que logre obtener la mayoría en las votaciones, es decir 289 diputados (50%) en la Asamblea Nacional tendría la mayoría absoluta. Lo que le permitirá tener suficiente influencia para que el Presidente, ponga un primer ministro de su partido.

Es de recalcar, que el Presidente es quien posee el poder absoluto y es quien comanda las fuerzas armadas e impone las prerrogativas de las relaciones internacionales. El máximo mandatario es quien elige al primer ministro. 

El primer ministro por su parte es quien dirige el Gobierno en Francia, es el encargado de coordinar la política y tiene a su cargo una gran responsabilidad legislativa. Es considerado el segundo escalón de poder dentro del Gobierno francés.

Marine Le Pen deposita su voto en un colegio electoral de Henin Beaumont, el 30 de junio de 2024. Créditos: Yves Herman/Reuters - CNN

¿Qué pasó en la primera vuelta llevada a cabo el 30 de junio?

Luego de la derrota del Presidente Macron y su bloque en las elecciones parlamentarias europeas, este tomó la decisión de disolver la Asamblea nacional. Anunciando así elecciones legislativas para el 30 de junio y 7 de julio. 

En la primera vuelta el golpe de la derecha fue contundente, los comandados por Marine Le Pen y su protegido Jordan Bardella se perfilaban como la primera fuerza política en Francia. Logrando recoger el 33,5% de los votos, el partido Reagrupamiento Nacional (derecha) superó a la coalición Nuevo Frente Popular (Izquierda) quienes obtuvieron el 28,5%, mientras que Ensemble (centro) dirigido por el Presidente Macron, quedó relegado a tercer lugar con el 22,1% en los escrutinios. 

Tras estos resultados los diferentes actores políticos se pronunciaron al respecto y mientras la derecha pedía la mayoría para la segunda vuelta, el centro y la izquierda llamaban a la unidad nacional. 

Durante su alocución Le Pen dijo “la democracia ha hablado” y ha “aniquilado al bloque macronista”, por eso “necesitamos una mayoría absoluta para que Jordan Bardella sea nombrado primer ministro por Emmanuel Macron en ocho días”. 

El Presidente de la República pidió en su momento unirse para enfrentar al partido de ultraderecha y para eso convocó una gran manifestación “democrática y republicana”. 

Pues la jugada parece haberles funcionado, porque en la semana previa a la segunda ronda, miles de franceses se manifestaron en contra del partido de Le Pen y pidieron evitar su victoria. Pues en una especie de alianza entre la izquierda menos radical y el centro, el Presidente logró su acometida porque los resultados del 7 de julio no fueron positivos para los de Le Pen.

Créditos: Getty Images - BBC/ Jean-Luc Mélenchon, líder de La Francia Insumisa, el partido de mayor peso en la coalición de izquierda ganadora.

Análisis de las elecciones del 7 de julio: 

Los resultados en esta jornada no fueron lo que todos esperaban, el partido de izquierda Nuevo Frente Popular (NFP) se hizo con la victoria logrando acaparar 182 curules, lo que corresponde al 31,5% de la Asamblea. Por su parte Ensemble, el partido del Presidente, se posesionó como la segunda fuerza con 168 diputados, correspondientes al 29,1%. Mientras que lo que nadie se esperaba, era el tercer lugar de Agrupación Nacional (RN), el partido de ultraderecha que parecía que iba a ganar con una mayoría absoluta, logró obtener solamente 143 puestos, que se traduce en el 24,7%.

Varias conclusiones han dejado estas elecciones, que no han dejado de sorprender a propios y extraños. 

El NFP comandado por el ultraizquierdista Jean-Luc Mélenchon, logró quedarse con gran parte de la Asamblea, pero no le es suficiente para tener una mayoría absoluta que le permita influenciar la posesión de un nuevo primer ministro.  

“Nuestro pueblo ha rechazado claramente el peor escenario posible” y el NFP debe “gobernar”, pero sin “entablar negociaciones” con la alianza de Macron, aseguro Mélenchon luego de conocer los resultados electorales. Recordemos que el ultraizquierdista apoya ampliamente a Palestina y quiere imponer regulaciones extremas en Francia como aumentar el salario mínimo en un 14%, reintroducir el impuesto a la riqueza y limitar los precios de la energía.

Esto parece ser un problema para los partidos de izquierda que hacen parte de la agrupación del NFP, compuesto por la Francia Insumisa (de Mélenchon), los socialistas y los verdes. Pues el radicalismo de Mélenchon no ha caído bien en los otros dos partidos, quienes no consideran de ninguna manera apoyar al líder de la Francia Insumisa, para ser electo como primer ministro. Por lo que prefieren buscar a alguien dentro de sus filas que haga más fácil una alianza con el partido de centro del Presidente. 

Pido a todas las fuerzas políticas que se reconocen en las instituciones republicanas (...) Entablar un diálogo sincero y leal para construir una mayoría sólida
— X / Emmanuel Macron

Justamente eso es lo que espera el Presidente, poder hacer una alianza con los partidos de izquierda menos extremistas y así poder gobernar. Cosa que se le ha dificultado porque no ha contado con la mayoría en la Asamblea. 

Es por esto que para el descontento de la izquierda radical, el mandatario le ha pedido a Gabriel Attal, su actual primer ministro, continuar “por el momento” en el cargo mientras se definen las alianzas y decide quién ocupará el cargo. 

El partido de Macron antes de las elecciones ocupaba la mayoría de la Asamblea, pero tras estas elecciones cayó al segundo lugar. Pero no todo es malo, porque los pronósticos indicaban que Ensemble sería ampliamente superado por la ultraderecha y caería al tercer puesto.

El partido Agrupación Nacional (RN) de derecha terminó estas elecciones con un sin sabor. Tras haber arrasado en la primera vuelta, las alianzas en su contra funcionaron y quedaron relegados como la tercera fuerza política, logrando 143 escaños. 

Pero esto también es una victoria, porque desde el fin de la segunda guerra mundial que este partido no ha tenido mayorías en Francia. En la legislatura pasada contaban tan solo con 88 diputados, lo que de alguna forma también es algo positivo para la derecha en el país Galo. A pesar de que han crecido, todavía es muy grande la abstención contra la derecha. 

La marea sube, no lo suficiente esta vez, pero sigue subiendo. Es una victoria en diferido.
— Marine Le Pen

Las conclusiones son complicadas, a pesar de la victoria de la izquierda y la sorpresiva derrota de la derecha, no se sabe quién será la fuerza que realmente gobernará en Francia. El Presidente busca concretar alianzas que le permitan gobernar más cómodamente, mientras que la izquierda se encuentra en una encrucijada. Por un lado, Mélenchon no se ve dispuesto a realizar muchos consensos con el mandatario, mientras que los otros dos partidos que conforman el NFP, no están a gusto con el extremista de izquierda y quieren tomar las riendas de la alianza. De hecho el ex-presidente François Hollande, ex jefe de Macron, logró asegurarse un puesto como diputado por el partido Socialista pero no se ve como candidato al cargo de Primer Ministro.

El panorama no es claro, la izquierda tiene mayorías pero no absolutas, el centro de Macron todavía no define las alianzas que planea realizar. Mientras que la derecha crece, pero se va con un resultado decepcionante teniendo en cuenta lo ocurrido en la primera vuelta. La elección del Primer Ministro por parte del Presidente jugará un papel crucial en las posibles alianzas que se puedan conformar de cara a lo que ocurra con la gobernanza francesa.

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